Los Grandes Del Deporte

Un homenaje a todos aquellos que cambiaron, cambian y cambiarán la historia del deporte argentino.

lunes, septiembre 25, 2006

Juan Manuel Fangio


Hubo un tiempo en el que la Fórmula 1, la máxima categoría del automovilismo mundial, era muy distinta a cómo se la conoce actualmente. Era una época donde la tecnología no era tan avanzada como en el siglo XXI y donde las carreras se definían en la pista y no en los laboratorios. En ese entonces, cuando ganaba el mejor piloto y no el mejor auto, la Fórmula 1 era dominada por un argentino.
Un hombre nacido el 24 de junio de 1911 en Balcarce, que deslumbró al mundo en la década del 50. Los números lo dicen todo: 7 temporadas, 2 subcampeonatos y 5 títulos, un récord que permaneció durante 46 años hasta la aparición del alemán Michael Schumacher. Disputó 51 carreras, de las cuales largó 48 desde la primera fila (29 pole positions). Se subió 35 veces al podio, de las cuales 24 fueron en el escalón más alto. Todo esto con cuatro escuderías diferentes y ante rivales mucho más jóvenes --se retiró a los 46 años-- y teóricamente mejor preparados que él.
Debutó en 1950 (el primer campeonato de la historia) a bordo de un Alfa Romeo y un abandono en la última carrera lo privó de su primera consagración. Se tomó revancha al año siguiente, su primer título. En 1952 tuvo un serio accidente en una carrera previa, que lo marginó de la competencia, y a su regreso en 1953 ( ya con Maserati) no pudo sumar puntos en las primeras tres carreras, por lo que su remontada final no alcanzó. A partir de allí, monopolizó los festejos, con cuatro temporadas consecutivas al tope de la clasificación: 1954 (Maserati/Mercedes), 1955 (Mercedes), 1956 (Ferrari) y 1957 (Maserati).
Igualmente, más allá de sus innegables cualidades técnicas, lo que más destacaba al Chueco era su caballerosidad, su hombría de bien y su humildad a pesar de los logros, virtudes muchas veces reconocidas por sus propios colegas. En 1958, el año de su retiro, fue involuntario protagonista de un hecho bastante curioso, que aumentó su popularidad en todo el mundo. En el mes de febrero viajó a La Habana para disputar el Gran Premio de Cuba. Una Cuba gobernada por el dictador Fulgencio Batista, quien enfrentaba una dura crisis y utilizaba la carrera para mejorar su imagen pública. El movimiento castrista 26 de julio decidió impedir esto y secuestró a la máxima atracción. La historia concluye con un Fangio que se ve impedido de participar en el evento y que, increíblemente, ¡agradeció! a sus captores porque consideraba que su auto no estaba en óptimas condiciones y que no iba a hacer un buen papel. Lo liberaron sin hacerle daño y años más tarde seguían manteniendo una relación cordial. Sí, el hombre de Balcarce sedujo incluso a sus propios secuestradores, quienes les pidieron autógrafos durante el rapto y hasta le pidieron perdón repetidas veces. Otra pintura más de su figura.
Pero no todo fue Fórmula 1 y glamour en su vida. Se forjó como conductor en las duras y traicioneras rutas sudamericanas. Fue campeón argentino de carreteras en 1940 y 1941. Además, tuvo destacadas actuaciones en los llamados Grandes Premios, interminables travesías a lo largo del continente. Por ejemplo, fue el ganador del Gran Premio Internacional del Norte en 1940, que tenía 4.765 kilómetros de recorrido entre Buenos Aires y Lima.
Tras su retiro, dejó de competir pero siguió toda su vida vinculado al automovilismo. Falleció el 17 de julio de 1995 en Buenos Aires, a los 84 años de edad. El autódromo de su ciudad natal lleva su nombre y existe un museo visitado por miles de turistas de todo el mundo.
Juan Manuel Fangio, el Chueco, un señor piloto.

1 Comments:

  • At 10/07/2006 3:52 p. m., Anonymous Anónimo said…

    muy buena la nota de fangio! Ta buena tambien la idea esta de escribir sobre los grosos del deporte..mas k nada argentos. Si podes escribite algo de Ringo Bonavena...!
    Saludos

     

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